lunes, 26 de septiembre de 2011

EDUCAR es Prevenir

Hoy 26 de septiembre es el Día Internacional de Prevención del Embarazo Adolescente, América Latina a nivel mundial es la región que ocupa el 2º lugar en embarazos en mujeres menores de 20 años, Lamentablemente Venezuela ocupa el 1° lugar en nuestra región.
Analizar el tema es complejo y pasa por mirar la desinformación, desvinculación y desigualdades de género, la complejidad de la construcción de la identidad de la femineidad de las adolescentes vinculada al ser madre como un rol social preponderante, entre otros aspectos de esta gran telaraña. Con frecuencia las adolescentes piensan que la primera vez no pasa nada, sus falsas ideas sobre la sexualidad e incluso su deseo de salir de su casa y "amarrar a un compañero" o “tener una mejor vida”. La fantasia mal administrada en ellas genera un choque doloroso con la realidad, por ejemplo, entre los diversas consecuencias algunos estudios indican que una adolescente embarazada puede tener 5 o 6 veces más posibilidades de estancarse en la pobreza que una mujer de más edad.


El embarazo en la adolescencia no sólo representa un problema de salud, también repercute en el área social y económica, implica menos oportunidades educativas o el abandono total de los estudios por parte de la madre adolescente, lo que incide en el incremento de la exclusión y de las desigualdades de género, afianzando el círculo de la pobreza. El UNFPA señala cuatro aspectos que expresan los impactos de la maternidad temprana: 1) Riesgo de muerte y enfermedad, sobre todo para las niñas de 10 a 14 años de edad,quienes tienen cinco veces mayores probabilidades de morir a causa del embarazo o el parto que las mujeres de 20 a 24 años. 2) Oportunidades perdidas: Las madres adolescentes tienen más probabilidades de abandonar los estudios secundarios, lo que disminuye sus posibilidades de participar en la sociedad, tener ingresos, cuidarse a sí mismas y cuidar a sus hijos. Estos factores la convierten en una consecuencia de la pobreza y puede acentuarla. Además se convierte en un factor de transmisión de la pobreza. 3) Más hijos: El inicio temprano de la maternidad aumenta la probabilidad de tener más hijos que las mujeres que comienzan a procrear más tarde. Esto influye en el tamaño de las familias y en el total de la población mundial. Así, si en vez de 18 años se aumentar a 23 años la edad de la madre en su primer alumbramiento, podría reducirse el impulso demográfico en más del 40%. 4) Más abortos: A escala mundial, al menos uno de cada diez abortos ocurre entre jóvenes de 15 a 19 años de edad. En este grupo de edades, más de 4,4 millones de jóvenes se someten cada año a abortos, un 40% de los cuales se realizan en malas condiciones, comprometiendo la salud y la vida de la joven. Esto obedece a que muchos embarazos de adolescentes no son planificados ni deseados, como lo reportan estudios en América Latina . Además, la salud de los bebés puede verse afectada: los hijos de madres adolescentes tienen de 2 a 6 veces más probabilidades de una calidad de vida precaria.


Es un tema muy serio que amerita el compromiso y la solidaridad de todos para construir políticas públicas de educación y planificación familiar con sus correspondientes acciones y resultados en todos los niveles de nuestra sociedad . Hay varias iniciativas locales valiosas, entre ellas unos ejemplos: proyectos y ONG Niña Madre.